El Pre modernismo se ubica antes de la aparición del modernismo. Antes
del siglo XV, los occidentales creían que Dios (o lo trascendente, o el reino
sobrenatural) era la base de los conceptos morales absolutos, la racionalidad,
la dignidad humana y la verdad. Como lo expresó el célebre teólogo cristiano
Anselmo que dijo: "Creo que puedo entender". Él hablaba de una
"fe que buscaba entendimiento" (fides quaerens intellectum). Es
decir, el punto de partida hacia el conocimiento y la sabiduría era Dios, quien
proporcionaba la lente con la que uno podía interpretar adecuadamente la realidad
y la experiencia humana. Teniendo fe en Dios, el mundo podía entenderse
correctamente.
Modernismo: Luego llegó el filósofo René Descartes (1596-1650). Como católico romano, le preocupaba el escepticismo filosófico y (debido a la Reforma Protestante) la incertidumbre teológica de su tiempo. Así que se embarcó en un "viaje escéptico" en busca del conocimiento absolutamente verdadero. Como parte de su proyecto, decidió dudar de todo: Tal vez un genio malicioso estaba jugueteando con su mente . . . o tal vez todo era una ilusión. Pero concluyó que por lo menos sabía que estaba dudando, lo cual es una forma de pensamiento. Su conclusión: Pienso, luego existo (o en latín, cogito, ergo sum). Así que sin darse cuenta, el proyecto de Descartes sacó a Dios del centro del escenario y lo reemplazó por el pensador humano como punto de partida. El efecto sería trascendente. El racionalismo de la Ilustración europea (1650-1800) reflejó este cambio. Este período se caracterizó por su optimismo hacia el potencial y la razón humanos, pero también por su escepticismo hacia la autoridad de la iglesia y la doctrina cristiana.
Modernismo: Luego llegó el filósofo René Descartes (1596-1650). Como católico romano, le preocupaba el escepticismo filosófico y (debido a la Reforma Protestante) la incertidumbre teológica de su tiempo. Así que se embarcó en un "viaje escéptico" en busca del conocimiento absolutamente verdadero. Como parte de su proyecto, decidió dudar de todo: Tal vez un genio malicioso estaba jugueteando con su mente . . . o tal vez todo era una ilusión. Pero concluyó que por lo menos sabía que estaba dudando, lo cual es una forma de pensamiento. Su conclusión: Pienso, luego existo (o en latín, cogito, ergo sum). Así que sin darse cuenta, el proyecto de Descartes sacó a Dios del centro del escenario y lo reemplazó por el pensador humano como punto de partida. El efecto sería trascendente. El racionalismo de la Ilustración europea (1650-1800) reflejó este cambio. Este período se caracterizó por su optimismo hacia el potencial y la razón humanos, pero también por su escepticismo hacia la autoridad de la iglesia y la doctrina cristiana.
En el siglo XIV filosofos, politicos, gobernadores etc. ya emepzaban a
captar un cambio en la sociedad es decir asistian a una transformacion del
mundo sobre todo en Italia.
El hombre ya empieza a cambiar su actitud como un ser racional entonces
a la disputa de medioevo la fe ya estaban establecidas pero el hombre ya que
habia entrado en el uso de la razon hizo que su cambiara radicalmente, La crítica
radical de Montaigne revela la condición de una población europea cada vez más
diversa, confiada en sí misma y lectora. Las larguísimas guerras demostraban la
necesidad de formas pacíficas para resolver las disputas políticas. El
cristianismo se veía casi desplazado ante la notable división de Europa por la
aparición del protestantismo, no podía existir acuerdo sobre las exigencias de
la religión histórica. Aunque las universidades seguían enseñando versiones
diluidas de la ética aristotélica, los innovadores se inspiraron en otras
fuentes.

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